"Usted sabe quién es ese hombre, pero no conoce su historia", reza el tráiler oficial de Lula, o filho do Brasil (Lula, el hijo de Brasil), que ya es la producción más cara del cine brasileño. Ese "hombre" tuvo un padre borracho que pegaba a su madre, fue limpiabotas, vendedor de naranjas y cacahuetes, perdió un dedo como mecánico tornero y se hizo líder sindical antes de convertirse en admirado líder político. Y uno de los pocos mandatarios electos democráticamente que, gracias a una biografía de novela, pueden presumir sin sonrojarse de ver su vida en las salas de cine antes de dejar el cargo.