viernes, enero 14, 2011


Paul Conroy (Ryan Reynolds), padre de familia y contratista civil en Irak, despierta enterrado vivo en un viejo ataúd de madera, con un teléfono móvil casi agotado como único medio para tratar de escapar de su agónica pesadilla. La cobertura precaria y la exhausta batería son sus mortales enemigos en una carrera a vida o muerte contra el tiempo: sólo dispone de 90 minutos para lograr su rescate antes de que se le agote el oxígeno.