Coronada reina a los 25 años, Isabel I ejerce su autoridad con mano de hierro en la Corte británica y en Europa para abortar las conspiraciones e intentos de asesinato que le amenazan. Gracias a su coraje y don de estrategia consigue no sólo conservar eltrono, sino acabar con la inestabilidad financiera y religiosa. Todo a cambio de dejar en el camino al amor de toda su vida.