William Parrish (Anthony Hopkins), es un poderoso y meticulosos magnate cuya vida se ve alterada por la llegada de un enigmático joven llamado Joe Black (Brad Pitt) del que se enamora su hija. Se trata, en realidad, de la personificación de la muerte con una misión que cumplir en dicho hogar, pero su relación con la joven alterará su destino.