A fines de los '30, en la cruel prisión de Alcatraz, un recluso que intentó la fuga sufre tres años de aislamiento y castigos físicos por culpa de un delator. Reintegrado a la población penal, no se detiene hasta asesinar al informante. Acusado de homicidio en primer grado, es llevado a juicio y es ahí cuando un abogado inexperto llamado James Stamphill se convierte en su defensor. Stamphill no sólo tiene que convencer a la ley de la injusticia cometida contra su cliente: también tiene que ganarse la confianza de un hombre que ha aprendido a no depositar la suya en nadie. Elaborado y eficiente drama carcelario que crece en base al sólido elenco y a la minuciosa ambientación de época.