Johnny (Al Pacino) es un ex recluso que ha descubierto su vocación de cocinero mientras cumplía una condena de dieciocho meses por falsificación de cheques. A la salida de prisión, es contratado por el propietario de una cafeteria (Hector Elizondo), un hombre brusco, pero de gran corazón. En el mismo local trabaja Frankie (Michelle Pfeiffer), una bella camarera que le guarda las distancias. Una pasada relación traumática la ha convertido en una mujer que desconfía de los hombres.