Esta película es la adaptación del manga Kyonyu Dragon de Rei Mikamoto en forma de un nuevo éxito del cine japonés más exportable de los últimos años como son todos estos títulos gore-cómicos, aunque esta vez no viene firmada por la gente más conocida autora de esas películas, sino nada menos que por el autor de aquella maravilla llamada Killer Pussy, Takao Nakano, así que la concepción visual es un poco diferente, quizás un mix entre la estética de Oneechanbara y las de Tokyo Gore Police, pero no demasiado, ya que sigue siendo una película de un colorido apabullante, de zombis y gore divertido, y sobre todo con la presencia de famosas ídolos del cine adulto japonés, con esta vez nada menos que con Sola Aoi interpretando a una stripper llamada Rena Jodo (sí, el apellido tiene tela), recién llegada a un pueblecito de México, donde se le ha ofrecido actuar en un resort. Recién llegada se dá cuenta que el pueblo está desierto y en el local hay apenas cuatro gatos y todas las otras strippers, Ginko (Risa Kasumi), Maria (Mari Sakurai), Nene (Tamayo) y Dana (Io Aikawa) se mueren de aburrimiento y pasan su tiempo peléandose unas con otras. Un día, descubren una puerta secreta en su camerino y bajan hasta un sótano donde Maria encuentra el Libro de los Muertos y comienza a leer los hechizos, algo que provoca que los muertos se levanten y empiezen a comerse a todo el mundo. A Dana y Nene las muerden y se transforman en zombies mientras que Maria descubre cómo dominarlos. Rena y Ginko son quienes deben enfrentarse a Maria y su horda de terribles zombies.