Joey se ha recuperado de una fuerte dosis de tranquilizantes, su acercamiento a la muerte le hizo tener visiones con espíritus que la acompañaban durante los momentos más aterradores, sin embargo, a Joey se le ha brindado una segunda oportunidad, ha prometido no volver a la autodestrucción y mucho menos con Sam, su ex-amante. No obstante todo cambia cuando Joey se entera que está embarazada de Sam, y aunque éste se ha dedicado a evadir la noticia, Joey decide tener a su hijo pese a su extraña vida compartida con muertos que aparecen día y noche en su existencia.